Levantó el paso para dar el otro, aunque por su mente en cuestión de micro segundos había pasado la idea de no llegar a darlo, como un rápido susurro donde él mismo escuchaba su voz diciéndose "¡detente!", mientras el peso del pie había llegado al punto de equilibrio, al siguiente micro segundo se dio cuenta que había tomado una decisión.
A penas Pancho decidió sacar adelante su proyecto, por la cabeza danzaban los fantasmas como aquellos del célebre cuento del famoso escritor Charles Dickens, "los fantasmas de Scrooge". Digamos, sólo para ilustrarles lo que pasaba allí adentro, que esta historia podría llamarse los tres fantasmas de Pancho.
Entonces llegó el primero, el fantasma del pasado que lo atormentaba evocando recuerdos de momentos en los que no pudo sacar algo adelante, desde aquella vez, siendo aún niño, cuando intentó montar una patineta y al segundo intento cayó hacia atrás, no fue tan fuerte el golpe, pero sí la risa de los que lo acompañaban. Como aquella otra, no tan lejana, cuando tuvo un fracaso con un pequeño emprendimiento que había pensado hacer, hubo mucha emoción en esto, pero comenzó a frustrarse cuando no salían ninguna venta y preso del temor a seguir así, desistió.
Con las imágenes del primero quizá el trabajo del segundo fantasma se hizo más fácil. No fue más que el de susurrar preguntas mezcladas con algunas afirmaciones. Mírate ¿Cómo crees que puedes sacar adelante esto? ¿Estás seguro? ¡Los que lo han logrado tienen más capacidades que tú!
Ciertamente Pancho libraba una dura batalla sin ni siquiera haber dado un paso en esta historia.
El fantasma del futuro tardó en aparecer, pero llegó. Él lleva, a donde vaya, el espíritu del desaliento y desánimo mostrando imágenes que por supuesto no han sucedido pero tienen un buen cimiento en lo hecho por los dos fantasmas anteriores.
La cabeza de Pancho se había convertido en una sala de cine, en donde comenzó a visualizar imágenes de lo que sucedería con su proyecto, mientras era presa de estas escenas se llenaba de emociones negativas, tristeza, miedo que podía paralizarlo.
¿Cuán difícil será sacar esto adelante? -comenzó a balbucear.
Pero luego de un momento de silencio y de una respiración profunda se dijo a sí mismo ¡basta! Fue cuando tomó la firme decisión de dar el primer paso y allí comenzó todo.
A penas lo hizo, dio el primer paso. Y luego aprendió que ahí está la clave, decidirse a hacer algo, luego de haber encontrado un camino sigue dar el primer paso y allí empieza la historia de ese camino. Tomar una decisión para hacer algo tiene mucho poder pero sin una acción inmediata aquello se queda en el mundo de los pensamientos, se necesita la acción, se necesita dar el primer paso.
Y así fue como Pancho dio el primer paso, así fue como siguió adelante con su proyecto, en el que por cierto le fue muy bien, no por lo que ganó económicamente con él, sino porque le abrió muchas puertas y entre ellas aquella que dio paso a lo que actualmente se dedica.
Sólo por dar el primer paso.
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¡Conóceme sobre mí!
Y mira lo que hago:
@carlosantoniosb
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¡Conóceme sobre mí!
Y mira lo que hago:
@carlosantoniosb
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La perseverancia, constancia y el optimismo son una virtud..!
ResponderEliminarBienaventurado él que las posee todas ellas..!
¡Efectivamente José! Y como toda virtud requiere esfuerzo, para dar ese primer paso. Gracias por tu comentario.
EliminarLa perseverancia, constancia y el optimismo son una virtud..!
ResponderEliminarBienaventurado él que las posee todas ellas..!