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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Un encuentro especial en Navidad [HISTORIAS]

Ya era muy tarde, la noche estaba muy oscura, ¿a dónde se fue la luz de la luna cuando la necesito? -murmuré cuando bajé del micro bus- lamentablemente me había demorado más de lo que pensé en el trabajo que tuvimos que hacer en la casa de un compañero de la universidad, y por si fuera poco el viento, que golpeaba fuerte, traía consigo diminutas gotas de agua, seguramente llegaría un poco mojado a casa, quizá la casaca que tenía en las manos y que pronto me la puse me proteja del frío -pensé. Seguí caminando, y al momento recordé unas palabras de mi abuelita que bien se aplicaban a esa situación "cúbrete la boca para que no te haga mal ese aire frío", razón no le falta -dije en voz alta-, ya sentía mucho frío. En fin, a seguir avanzando, pues el camino es largo, desde el paradero hasta la casa me esperaban diez cuadras, incluso pasaría por el parque al que le tenía cierto temor, porque la zona es un poco peligrosa, pero ni modo, no tenía otra forma, caminaré rápido cuando

¿Cuál es el mejor regalo en la Noche Buena?

Lo sencillo atrae y mucho. Es una idea que siempre ha dado vueltas por mi mente. Aquella noche, la Noche Buena, la de una estrella luminosa que se posa sobre el sencillo pesebre en Belén venía inevitablemente a mi memoria cuando estaba contemplando el nacimiento que construimos, era un hermoso pesebre que intentó ser una pequeñísima réplica, como el que Francisco de Asís preparó para mostrar a los presentes una representación del nacimiento del Niño Dios. El nuestro tenía mucha paja, un establo armado con delgados troncos, los animalitos, los pastores, María y José, muy sencillos; estaban todos. Y para dar un acento particular al Misterio había una luz cálida, dirigida, que iluminaba al Niño y sus padres, estaba seguro que las miradas de todos los que verían este nacimiento se fijarían inevitablemente en lo esencial. Haber preparado ése pesebre requirió de mucho esfuerzo, ciertamente, pero la actividad me dejó un gran regalo, preparó mi corazón para el momento más important

Nuestros abuelos son un gran tesoro [MIS ABUELOS]

Foto: Gerardo García. Hemos encontrado un gran tesoro sus palabras, sus abrazos, dibujan sonrisas en nuestros rostros  y nos dejan siempre una profunda alegría. Hemos encontrado un gran tesoro sus miradas, sus consejos que penetran y nos llenan de ternura que dejan en nosotros valiosa sabiduría. Hemos encontrado un gran tesoro sus enseñanzas, su aliento que iluminan nuestro camino y nos empujan a seguir adelante. Hemos encontrado un gran tesoro sus fragilidades, sus enfermedades nos muestran la verdad de la vida y nos permiten amar. Hemos encontrado un hermoso tesoro nuestros queridos abuelos ellos son nuestro tesoro. Conoce al autor.

¿Puede un sencillo gracias cambiar la actitud de una persona?

Mi respuesta es un rotundo SÍ. Una vez me sucedió que iba en un micro bus y observaba desde el lugar en donde me encontraba sentado que el joven cobrador estaba mal humorado, y entre lo pesado del tráfico, la cantidad de horas de trabajo, el roce con algunos pasajeros y probablemente algunas otras razones que no fueron evidentes, todo apuntaba a un cierre de día de esa manera. Se acercaba el paradero en el que tenía que bajar del micro bus, me dirigí hacia él, le pagué mi pasaje y seguidamente señalé con mi mano el lugar, otros pasajeros también lo hicieron, por su parte seguía acompañado por los gritos y mal humorado por lo intenso que debe ser el viaje a esa hora, era ya cerca de las siete de la noche, el paisaje en las avenidas de Lima a esa hora es tenebroso sobre todo en las que tienen mayor tráfico, esta ruta era una de esas. Llegó mi turno, entonces, y al bajar le dije "Muchas gracias", él pronto respondió "por nada amigo". Me fijé en su rostro y sus ge

Compartamos momentos de la vida de nuestros abuelos

¡Escuchar a los abuelos no tiene precio! Y más si son tus abuelos. Llega un momento en el que muchos de ellos ya no pueden hacer algunas cosas porque comienzan a tener algunas dificultades, les cuesta caminar, cargar cosas, recorrer distancias largas, incluso cargar su propio peso se convierte en un obstáculo para hacer algunas actividades que realizaban diez o veinte años antes, en fin. El punto es que en un desayuno prometí a mi abuelita acompañarla al cementerio a dejarle flores a sus padres, pues algunas semanas antes había oído que quería hacerlo y no podía sola. Llegó el día, fue una tarde maravillosa, les cuento por qué. Primero, almorzamos juntos y después de un descanso fuimos al cementerio. Cuando llegamos se apuró en bajar del taxi para comprar las flores, mientras lo hacía, ella pensaba en voz alta en sus papás y en su tío a quienes quería visitar, la veía contenta, me alegró muchísimo ser parte de este momento de su vida. "Esta historia la puedes vivir tú. C

El consejo de Ernestito [MIS ABUELOS]

¿Te pasa algo? -me preguntó Don Ernesto- y con esa palabra automática, como si alguien hubiera presionado un botón le dije: ¡nada Ernestito! Así comenzó la visita de aquel día. De pronto la sabiduría del buen hombre al que visitaba condujo el diálogo hacia otra pregunta. -¿Y cómo están tus amigos? se refería a los que siempre me acompañaban a visitarlo ¿Vinieron contigo? -No, le dije, esta vez vine solo. ¿Tú cómo estás Ernestito?  -le pregunté rápidamente- Y mientras comenzó a contarme, sucedió una enorme falta mía; escuché esa  vocecilla interior con una interrogación: ¿me pasa algo? bueno tranquilo no estoy, definitivamente algo está sucediendo, será los problemas de la semana o ¿qué es lo que vio Ernesto al hacerme esta pregunta? Y caí en cuenta que me había desconectado del diálogo y avergonzado regresé. Algo había entendido, me estaba contando sobre su salud, y atiné a preguntarle ¿Y vas a ir al médico? "Las preocupaciones ocupan la mente y nos roban mucho, nos